ADRIAN VAN STALBEMT - Baño de ninfas
AMBERES, 1580-1662
24. Baño de ninfas
Inscrito y datado en el reverso 1649 Óleo sobre tabla
Medidas: 53 x 72 cm.
Adrian Van Stalbemt nació en Amberes en 1580. Tras la toma de la ciudad por Alejandro de Farnesio, se estableció en Middelburg. Allí aprendió su oficio y en 1609 volvió a Amberes donde fue Maestro del Gremio de San Lucas y decano del mismo en 1618. En 1633 pasó 10 meses en Londres en la corte de Carlos I y regresó a Amberes donde transcurrió toda su trayectoria artística. Murió en 1662 a la edad de 82 años. Fue pintor de paisajes y escenas mitológicas enmarcadas usualmente en frondosos bosques.
En esta tabla, inscrita y datada en el reverso en 1649, Stalbemt nos muestra un tema muy del gusto de la época: un “Baño de ninfas”. En la mitología griega se dice que las ninfas son hijas de Zeus, pero no comparten divinidad con su progenitor, sino que se las conside-ra como deidades menores, muy relacionadas con la naturaleza y con el agua. Por ello, se creía que habitaban en bosques, ríos y manantiales, bajo la forma de bellas y jóvenes mujeres, normalmente semidesnudas, que también acompañaban a dioses más relevantes en el Olimpo, como Apolo o Hermes. Adrian Van Stalbemt no rompe con la ya descrita imagen de las ninfas, pero sí que dota a la escena, de su inconfundible estilo pictórico. Las ninfas se están bañando en un manantial que surge en medio de un bosque frondoso e idílico, en el que pueden hallarse elementos arquitectónicos como escaleras o arcos de piedra cubiertos por el musgo. Podemos apreciar el concepto de belleza femenina que tenía el pintor, ya que en ellas se repite el canon de jóvenes de caras redondas y sonrojadas, cuyos ojos oscuros quedan realzados al llevar el pelo recogido en moños trenzados con adornos de lazos y cintas.
El ingenio de Van Stalbemt es tal que, para conseguir dar impresión de profundidad y perspectiva, combina dos técnicas completamente
diferentes. Por un lado, las ninfas están ejecutadas con una pincelada prieta y empastada. En cambio, los elementos de la naturaleza son realizados con otra técnica diferente. Aquí, la pincelada de Stalbemt adquiere menos materia y se vuelve mucho más suelta, nerviosa y libre. Los verdes y ocres empleados se conjugan armoniosamente para crear un amplio espacio, en el que no hay sensación de limitación alguna, sino que gracias a la abertura al cielo azul queda marcado, el efecto de lejanía y profundidad.
Según Ursula Härting, en estas composiciones no se hace referencia a ningún acontecimiento mitológico especial. Stalbemt no eligió ninguna historia conocida de la mitología sino que retrató la desnudez idílica. La atmósfera saturada de misterio de éste cuadro se crea a través de la técnica del color típica de Stalbemt, los ambientes boscosos, teñidos de colores verdosos y tierras, donde destacan los claros cuerpos realzando su misticismo.
Bibliografía de esta obra: Expertizada; en curso de incorporarse a la historiografía del Arte Flamenco mediante publicación científica
Bibliografía referente a este autor: Thieme & Becker; Bernt, W.: “Die Niedh. Maler. 17 jh.”, 1948. Thierry, Y.: “Les Peintres Flamands de paysage” 1986. Härting, U.: “Adrian van Stalbemt als Figurenmaler”, Oud Holland, 1981.
Museos que poseen obra de este autor: Rijksmuseum (Ámsterdam), Staat. Museum (Berlín), Uffizi (Florencia), El Prado (Madrid), KMSK (Amberes), Kunstmuseum (Bassel), Budapest, Kassel, Dijón, etc.