Galería Theotokópoulos

ALBERT CORNELIS - Virgen de la ternura

ACTIVO EN BRUJAS 1513-1531
6. Virgen de la ternura
Óleo sobre tabla
Medidas: 25 x 20 cm.

James Weale fue quien sacó a la luz la figura de Albert Cornelis, un pintor extraordinario y activo junto a Isembrant, con quien estaba asociado, en la Brujas de principio del siglo XVI. Aparece por primera vez citado en un documento fechado en 1513 como pintor y residente en esta ciudad. Los archivos de Brujas prueban que fue uno de los artistas mas productivos de los primeros decenios del siglo XVI. Entre 1515 y 1530 tal era su éxito que tuvo varios puestos, hasta siete, en el mercado de Brujas, para exponer y vender sus obras. En 1520 junto a Isembrant y Lancelot Blondel llevan a cabo el proyecto de decoración de la entrada triunfal de Carlos V en Brujas. Existen varios documentos que nos explican la actividad de su taller y la popularidad y éxito obtenidos por sus dibujos, que alquilaba y vendía a otros pintores. Era frecuente el intercambio de estos modelos entre G. David, Benson, Isembrant y Albert Cornelis. Tuvo diversos aprendices, entre los que destaca Marcus Gheeraerts, quien en años posteriores forma parte del taller de su Maestro. Si bien es cierto que en 1518 es citado como segundo presidente de la corporación de escultores y guarnicioneros, se cree que pudo abandonar Brujas para trabajar en Amberes, en cuyo Gremio de San Lucas queda inscrito a partir de 1520. Sin más referencias biográficas, Albert Cornelis muere en 1531 dejando en herencia un taller que continuó su labor artística bajo las órdenes de su hijo Nicolás.
En esta representación de la “Virgen de la Ternura”, la concentración de nuestra mirada en el rostro de la Virgen, la figura de Jesús y las manos tan expresivas de ambos, no es gratuita ni simple. La maestría del artista ha forjado sabiamente una trabazón de elementos plásticos para conseguir ese resultado. Las figuras se inscriben en un manifiesto y delimitado triángulo, en el que la poderosa línea de las claras carnaciones, es el eje que divide el triángulo y toda la composición. El rojo carmín del manto de la virgen, en rotunda y contrastada complementariedad con el verde amarillento del fondo, se despega vibrante

y con fuerte volumen. El vestido de María, en azul verde oscuro refuerza el efecto, que valoriza las cálidas carnaciones, que delicada y contundentemente recrean las formas naturales y cerradas del modelado. La definición del volumen apretado de las manos, sus proporciones y elegancia, son un primor de esta creación. Las posiciones sobre todo la derecha al estar escorzada presenta gran dificultad en su plasmación. Abrazan estas de forma natural al Niño acariciando las formas de su cuerpo y los dedos siguen los volúmenes con delicadeza. Los ojos almendrados y entornados, las cejas delineadas y finas, la nariz recta y clásica, los labios carnosos y subrayados de delicado matiz rojizo escarlata.
El Niño de cuerpo esbelto, en suave movimiento abraza tiernamente a su madre. Su rostro con delicado y contundente modelado, sus ligeras pestañas, grandes ojos, que miran con firmeza a la Virgen de nariz recta y respingona, labios carnosos y mentón pronunciado. Sin apenas matices en sombras, el volumen conseguido en los cuerpos es un prodigio técnico de primer orden. El transparente vestido del Niño, casi más sugerido que pintado, compone una sinfonía de blancos plegados, que marcan un rítmico y elegante movimiento. Afortunadamente la magnifica conservación de esta obra nos permite apreciar esta joya del arte de los Países Bajos en todo su esplendor, un exquisito trabajo de orfebrería del óleo.

Bibliografía de esta obra: Expertizada; en curso de incorporarse a la historiografía del Arte Flamenco mediante publicación científica
Bibliografía referente a este autor: Tamis, D. y Martens, M. P. J.: “Bruges and the Renaissance. Memling to Pourbus”, Memlingmuseum, Brujes, 1998; Tamis, D.: “The Genesis of Albert Cornelis´s, Coronation of the Virgin in Bruges”, The Burlington Magazine, vol 142.
Museos que poseen obra de este autor: Brujas, Iglesia de Saint – Jacques, Brighton Museum Art Gallery