AMBERES, 1601-1678 Y 1581-1642
31. Orla de flores
Óleo sobre tabla
Medidas: 63 x 47 cm.
Los dos pintores nacieron y trabajaron en Amberes a lo largo de sus vidas. La ciudad era un verdadero foco artístico en este momento, donde acudían gran parte de los artistas del centro de Europa. Con la bonanza económica producida por el movimiento internacional del puerto de Amberes, se convirtió en centro de comercio, arte y finanzas; era una ciudad próspera donde se reunían comerciantes de todo el mundo.
Amberes tras su florecimiento a principios del siglo XVI, había vivido una época difícil hacia 1585, cuando la República Holandesa bloqueó el paso de los barcos por el Escalda. Había estado envuelta en cuestiones político-religiosas, como las revueltas iconoclastas de 1566 que dieron como resultado la destrucción de muchas obras de arte religioso. Iglesias, monasterios y conventos, tenían la necesidad de contratar a artistas para que redecorasen sus centros religiosos. Los comerciantes que llegaban a la ciudad a través del Escalda, compraban arte en cantidad de talleres que había distribuidos por la ciudad. Con la llegada del siglo XVII Amberes renació de nuevo, se crearon grandes talleres, como el de P. P. Rubens ó J. Jordaens y centros de publicaciones, de grabados e ilustraciones.
En la primera mitad del siglo XVII era habitual en Amberes que especialistas de diferentes géneros pictóricos, se reunieran y crearan obras en colaboración. La pareja de pintores más conocida era la de Rubens con Brueghel de Velours; los dos genios de la época. Francken II colaboraba con Jan Brueghel II, H. van Balen, Govaerts, Neefs, etc. Colaboró frecuentemente con Rubens y H. van Balen así como con varios de los miembros de la familia Francken, sobre todo con Frans Francken II.
Jan Brueghel II nació en Amberes en 1601. Como hijo mayor de Jan Brueghel de Velours recibió su formación en el taller del padre. En 1616 este planeó un viaje a Italia para Jan que entonces tenía 15 años. El viaje no se efectuó hasta 1622 pero en 1625 Brueghel de Velours murió y su hijo tuvo que volver a Amberes para hacerse cargo del taller y de los encargos de su padre. En 1626 se casó con la hija del famoso pintor Abraham Janssens y en 1630 fue nombrado decano de la cámara de retórica “De Violere” y de la Gilda de San Lucas. Murió en la misma ciudad en 1678.
Frans Francken II nació en Amberes, fue el miembro más destacado de la dinastía Francken. Su padre, Frans I poseía un importante taller de pintura al que accedería muy joven, para inciarse en los manejos de la pintura. Se alejó del concepto manierista de su padre y según Ursula Härting su formación estuvo a cargo de su tío Hieronymus, pintor del Rey en París. Con tan sólo 17 años alcanzó la fama entre la burguesía de la ciudad. Entró a
formar parte de la Gilda de San Lucas en 1605, nombrado decano en 1615. Tuvo un gran taller en el que trabajaban sus hijos sobrinos y hermanos. Murió en Amberes en 1642.
Jan Brueghel II destacaba como pintor de guirnaldas y flores, se sabe que era un gran observador de la naturaleza, de las flores y plantas en general, de los animales y sobre todo de los insectos. Reproduce en sus guirnaldas con gran exactitud flores y plantas de diferentes regiones y estaciones, combinándolas en perfecta armonía, En esta obra, la preciosista guirnalda de flores rodea la imagen de la Virgen. Sus flores tienen la impronta estilística de su padre, el gran Brueghel de Velours, un colorido esmaltado sobresaliendo entre el resto de especies, los tulipanes, todas las flores tiene una gama cálida de suaves colores que envuelven la imagen de la Virgen, pintada por Frans Francken II. No hay que olvidar que la patrona de Amberes es la Virgen María por lo que los pintores de la ciudad recibían numerosos encargos con esta iconografía.
En esta pintura representa a la Virgen que sostiene al Niño en sus brazos. Toda la escena rezuma delicadeza y ternura, el rostro aniñado de la Virgen, la sonrisa del Niño que bendice con su mano derecha. Entre los colores fríos, destaca el rojo cálido del vestido de María con una técnica brillante de finas capas de barniz coloreado como solía hacer en las vestiduras de sus personajes, los tejidos de los vestidos y mantos, siempre fueron la debilidad de Frans Francken II. La silueta es ahusada, como las esculturas de la época, su belleza es serena de cabellos rubios y piel translúcida, realzada por la corona. La majestad de María es remarcada por el cetro de Reina de los Cielos. Toda la escena está inundada de una luz dorada que recuerda a los rayos del sol, símbolo de la virginidad, mientras la luna que se encuentra a los pies de la Virgen es el triunfo sobre la inconstancia y la brevedad de la vida.
Bibliografía de esta obra: En curso de incorporarse a la Hisoriografía del Arte Flamenco mediante publicación científica.
Bibliografía referente a este autor: Thieme&Becker; Legrand, F. C. “Les peintre flamandes de genre XVII siecle”, Bruselas, 1963; Bernt, W.: “Die Netherlandish Maler 17 jh”, 1948; Härting, U.: “Studien sur Kabinet des F. F. II”, 1983; Härting, U.: “Frans Francken II Die Gemalde”, 1989; Ertz, K., “Jan Brueghel D.J.”, Dusseldorf 1984.
Museos que poseen obra de este autor: Rijksmuseum (Amsterdam), MR- BAB (Bruselas), Louvre (París), El Prado (Madrid), Academia de San Fer nando (Madrid), Hermitage (San Petersburgo), Santa Cruz (Toledo), G. Borghesse (Roma), etc.