VALLADOLID – RIOJA MEDIADOS SIGLO XVI?
48. San Jerónimo
Madera dorada y policromada
Medidas: 60 x 20 cm.
En la comarca riojana se cruzan las más diversas tendencias escultóricas. Después de un periodo en el que persisten los modelos góticos, hasta bien entrado el siglo XVI, en el segundo cuarto de siglo se inicia un cambio con la llegada de maestros burgaleses y vallisoletanos a los que les contrataban retablos para iglesias, conventos, monasterios y catedrales. Ya a principio de siglo, se había contratado a Felipe Bigarni para realizar el retablo de la portada de Santo Tomás en Haro, y al final de siglo se contrata a escultores como Gregorio Fernández y sus discípulos, que crean escuela en la Rioja y realizan numerosos retablos de gran calidad.
Estos cuatro relieves representan a los Padres de la Iglesia. Formaron parte de la predela de un retablo de gran calidad
magnífica policromía. San Ambrosio, San Agustín, San Gregorio y San Jerónimo, fueron testigos privilegiados de la tradición eclesiástica. Sus escritos ofrecen una riqueza cultural y apostólica que hace de ellos los grandes maestros de la Iglesia.
San Jerónimo eligió la vida de los ermitaños, hasta que al regresar a Roma le encargaron traducir la Biblia al latín, la Vulgata. A pesar de que nunca fue ordenado cardenal, se le suele representar como tal, con los hábitos púrpura cardena-licios, acompañado de un león fiel y agradecido, al que la leyenda cuenta que había curado.
Bibliografía: AZCÁRATE, J.M.: “Ars Hispaniae-Escultura del siglo XVI”, Tomo XIII.