Galería Theotokópoulos

MAESTRO DE LA MUJER ADÚLTERA - Adoración de Reyes (tríptico)

MBERES, PRIMERA MITAD DEL XVI
16. Adoración de Reyes (tríptico)
Óleo sobre tabla
Medidas: 82 x 55 cm.

Pertenece a un pequeño grupo de pintores del entorno de Pieter Coecke que influidos por el Maestro y seguidores de su estilo, sus pinturas no pueden considerarse simples obras de taller. Según G. Marlier cada uno de estos maestros son lo suficientemente coherentes y con unas características bien definidas como para dar al artista, del que desconocemos su identidad, un nombre que le distinga entre sus compañeros. En el caso de nuestro Maestro, toma su nombre de la obra del Museo de Gante “Cristo y la Mujer Adúltera”, fechada en 1540. Como analizaremos más adelante, el asunto de la “Adoración de los Reyes Magos” (Mt 2, 1-12) es muy recurrente en la trayectoria del Maestro de la Mujer Adúltera. Otra “Adoración de los Magos”, que también se encuentra en Gante, recuerda al presente tríptico.
La escena queda compartimentada en tres partes que se adaptan a la forma polilobulada del marco. A pesar de esta dificultad, el artista ha colocado elementos arquitectónicos en la escena con el fin de darle coherencia espacial. En este rasgo vemos la influencia de Pieter Coeck, quien gustaba de incluir arquitecturas plagadas de columnas, pilastras, óculos y arcos de aire clásico. Pues bien, el Maestro de la Mujer Adúltera incluye estos elementos de manera sutil, ya que intenta recrear la sencillez con la que se describe el establo en los Evangelios. En la tabla central, predomina el poderoso primer plano del rey Melchor, arrodillado mientras recibe la bendición del Niño, que está sostenido a su vez por la Virgen. Ésta responde a la belleza plácida que caracteriza a las figuras del Maestro

de la Mujer Adúltera. La composición se completa con San José, que se descubre ante sus Majestades de Oriente, mientras que los pajes charlan en un plano posterior, ajenos a la importancia del momento. Las tablas laterales son ocupadas casi en su totalidad por Gaspar y Baltasar, quienes contemplan la escena con actitud de incorporarse a ella con toda brevedad.
En todos ellos, especialmente en los personajes masculinos, es evidente el estilo del Maestro de la Mujer Adúltera. El pintor busca la individualidad dentro de la idealización de cada figura. Para ello, se sirve de gestos, miradas, arrugas y detalles que conceden carácter a los personajes. Asimismo, las posturas en las que han sido pintados, revelan su carácter interior. De este modo, los personajes resultan cercanos al espectador, no solo psicológicamente, sino también físicamente. Y es que, la perspectiva está excelentemente tratada a partir de los pliegues de las vestiduras, que caen en forma de largas curvas paralelas, otorgando cierta sensación de tridimensionalidad a la obra.

Bibliografía de esta obra: Expertizada; en curso de incorporarse a la historiografía del Arte Flamenco mediante publicación científica.
Bibliografía referente a este autor: Marlier, G.: “Pierre Coeck d’Alost”, Bruselas, 1966, págs. 402-403.
Museos que poseen obra de este autor: Museo de Bellas Artes de Gante.