MAESTRO DEL PAPAGAYO - Virgen con niño

El Maestro del Papagayo aparece mencionado por primera vez por Friedländer en la revista Póebus en 1949, que opta por denominarle con este nombre, al observar que ésta ave se repite en las tablas de “Virgen con Niño” que le habían sido atribuidas. Activo en Amberes durante el primer tercio del siglo XVI, se cree que viene de Brujas, como otros muchos pintores, al trasladarse en este siglo el centro económico y artístico de una ciudad a otra. Es pintor de temas religiosos, especialmente Vírgenes con Niño, María Magdalena y retratos; está influenciado por Joos van Cleve, Gossaert, Benson y Pieter Coecke.
Algunos historiadores creen ver en las obras que se le atribuyen, diferentes manos y la posibilidad de que no fuese un solo pintor, sino varios maestros los que están agrupados bajo el mismo nombre. Frecuentemente se le confunde con el Maestro de las Medias Figuras, especialmente en las pinturas que representan la imagen de María Magdalena, que por sus indumentarias, más que santas, parecen damas de corte de Margarita de Austria. Se sospecha de sus contactos con Brujas, por ciertas similitudes con Ambrosius Benson en algunas de sus obras. Recientemente en el 2017 en una venta parisina se subastó una Virgen con Niño con las características propias de una parte de las pinturas atribuidas al Maestro del Papagayo, firmada y fechada: Cornelis Bazelaere 1542-47? Es posible que algunas pinturas atribuidas a nuestro Maestro sean obra suya, perteneció a una familia de pintores que trabajaba en Amberes en la primera mitad del siglo XVI.
El asunto iconográfico de “La Virgen de la leche” (Galaktro-phousa) por el que María aparece amamantando a Cristo, fue representado por primera vez en una catacumba fechada en el siglo II. Dicha representación se difundió en Occidente, especialmente durante el Gótico, cuando se convirtió en una de las iconografías más comunes, ya que actuaba como símbolo de la relación humana y por lo tanto materno-filial, entre la Virgen y el Niño. Como podemos comprobar, en el siglo XVI, el Maestro del Papagayo continuó con esta iconografía. Durante la Reforma, se consideró irreverente que La Virgen enseñara el pecho y el Concilio de Trento prohibió su representación en 1563. A partir de estas fechas no se vuelve a representar a María amamantando al Niño.
“María sedente y de algo más de medio cuerpo se recorta sobre un fondo neutro, con Jesús Niño adormecido en su regazo. Las sombras se proyectan en el lado izquierdo del rostro y se extienden de la sien al mentón; las cejas se dibujan finas y altas y los ojos rasgados y en oblicua. La nariz larga y recta, la boca menuda y de labios modulados y prietos, el cuello ancho y corto de María definen el canon femenino de este maestro que imprime en sus imágenes, un trasfondo de serena elegancia y un clima de emotividad contenida. La Virgen revela en esta bella tablita y en sus versiones y réplicas, la belleza mundana del humanismo renacentista” (Aida Padrón Merida) 1993. También