DOCUMENTADO 1694-1721
35. Bodegón
Óleo sobre lienzo Medidas: 150 x 87,5 cm. Marco siglo XVII
Las primeras noticias que tenemos del pintor alemán Maximilian Pfeiler son su llegada a Roma, alrededor del año 1694. Es en ese momento cuando ingresa en el taller de Christian Berentz, otro pintor afincado en la ciudad italiana. La estancia en Italia de Pfeiler, se extendió hasta 1721 cuando finalmente marcha hacia Budapest. Entró en contacto con la obra de artistas ya encumbrados como Spadino o Munari, de los que tomó diversos recursos pictóricos. Todo su aprendizaje, conjugado con su extraordinaria personalidad artística, llevaron a Pfeiler a ser uno de los pintores más requeridos entre la aristocracia romana, que solicitaba sin cesar sus pinceles para la decoración de sus palacios. Por ello, su obra consiguió gran fama entre pintores más jóvenes como Giovanni Battista Natali, quienes continuaron con el exuberante estilo de Pfeiler tras abandonar éste Roma. Maximilian Pfeiler recibió lecciones de pintura por parte de Christian Berentz, con cuyo estilo se sentía verdaderamente identificado, y por ello, no dudó en rendir homenaje a su Maestro en todas aquellas obras que le encargaba la aristocracia, de donde procedía buena parte de la clientela del artista alemán.
En esta obra, dicho homenaje viene dado por la exuberancia de las flores que se encuentran a la derecha de la composición. El peso de sus pétalos provoca que los tallos se doblen y, de esta manera, los ramos caen en forma de cascada, creando una imagen muy típica de Berentz. Además, Pfeiler completa la pintura con aves de espléndido plumaje que picotean las frutas y permanecen impasibles ante el perro que las contempla con cierta actitud de enfado. El pintor tenía una gran personalidad artística en la que se mezclan los elementos de la tradición centroeuropea
con aquellos que aprendió durante su estancia en Italia. De este modo, el bodegón es el elemento centroeuropeo, debido a su colorido creado a partir de flores, aves, frutos y los melones abiertos, que son considerados casi como la firma de Pfeiler. En cambio, el concepto romanista se halla en la arquitectura clásica que sirve de telón de fondo al jardín con flores, así como en el paisaje situado a la izquierda del lienzo, en el que se puede apreciar la influencia de las “Vedute” italianas. Así, Pfeiler consigue dotar de equilibrio a todas y cada una de sus obras, en una sensación de armonía que se ve realzada por el empleo de una luz cuidada y uniforme que deleita la mirada del espectador.
Bibliografía de esta obra: Expertizado; F. López Romero: “Naturaleza muerta y coleccionismo”. Museo Infanta Elena, Tomelloso (Ciudad Real), Cat. Exposición noviembre 2011.
Bibliografía referente a este autor: Pascoli, L.: “Vite de Pittori, Sculto-ri, Architetti moderni”, Rome, 1730-1736; II, p. 367. Eigenberger: “Die Gëmaldegalerie der Akdemie der Bildenden Künste in Wien”, 1927, p. 291-293; Thieme & Becker; Pigler: “Katalog der Galerie Alte Meister”, Museum der Bildenden Künste, Budapest, 1968, I, p. 539-540. Di Fede-rico: “Francesco Trevisani, Eighteenth Century Painter in Rome”, 1977, p. 53 n.º 52-53. Salerno: “La natura morta italiana 1560-185”, 1984, fig 71.3., Ghezzi (ms. 1682-1725). ed. 1987, p. 268. Trezzani, L.:, “Maxi-milien Pfeiler“ in “La natura morta in Italia”. 1989, II, p. 830-835; Della Monica: “Maximilien Pfeiler” in “La Natura morta a palazzo e in villa”. 1998, p. 185; Bocchi G, y U.: “Pittori di Natura Morta a Roma. Artista stranieri 1630-1750”. Castello, 2004, p. 309-344.
Museos que poseen obra de este autor: Pinacoteca Civica (Montefortino), Szépmüveszeti Museum (Budapest), Praga, Wiesbaden, Viena, etc.