Descripción
En el siglo XVIII el arte flamenco estaba en clara decadencia, después de siglos de gloria, pasaba por su peor momento. Baltasar Beschey nació en Amberes en 1708 y murió en la misma ciudad en 1776. Su maestro fue un pintor medio, poco conocido, Pierre Strick que le introdujo en el arte de la pintura. Baltasar era el tercero de nueve hermanos y no se sabe a ciencia cierta pero se supone que trabajó como restaurador de obras de arte antes de dedicarse a la pintura, pues es extraño que se diera de alta tan tarde en la Gilda de San Lucas, el año 1753. En 1755 fue nombrado uno de los seis directores de la Academia de Bellas Artes de Amberes, y en 1756 fue decano de la Gilda. Era hijo del pintor Jacobo Beschey y hermano de cuatro pintores más: Carel, especializado en pintura paisajes y Jacob Andries en religiosa. Sus otros dos hermanos desarrollaron su carrera en Inglaterra, Jozef Hendrick como retratista y Jan Frans como marchante de arte. Ambos ayudaron a Baltasar a exportar su obra al mercado londinense.
Al principio de su actividad, pintó paisajes a la manera de Jean Brueghel de Velours y Hendrick van Balen, pero más tarde se dedicó a la historia, los retratos y especialmente, debido a su influyente posición en la Academia, quiso revivir las prácticas tradicionales de la pintura a través del estudio de la obra de Rubens. Copió a los grandes maestros, junto a su hermano Jacques. Estas pinturas fueron apreciadas y muy buscadas, sobre todo las copias de Rubens que gozaban de gran popularidad. Su técnica era minuciosa, brillante, de un colorido, frío, esmaltado, que contrastaba con el ardor de las obras de Rubens. En su época dedicada a la enseñanza tuvo alumnos, que fueron magníficos pintores, como Josef Antonissen, Andries Cornelis Lens y Josef Verhaghem. Casi al final de su vida se dedicó exclusivamente a la pintura religiosa. Beschey se distinguió por su gran amor al arte y la pasión por las obras maestras. Su fortuna personal y su dedicación al comercio del arte, le permitió coleccionarlas, su gabinete de arte en Amberes era famoso y muy visitado. La influencia de Rubens y Van Dyck, queda reflejada en esta Adoración de Pastores, un tema iconográfico que procede del evangelio de San Lucas, cuando un grupo de pastores, avisados por un coro de ángeles, acudieron al portal para adorar al Niño. Se trata de un tema que combina la humildad de los
pastores con la importancia del nacimiento del Hijo de Dios. Fue una escena muy representada en el siglo XVIII, por ejemplo la Adoración de Mengs en el Museo del Prado.
En esta pintura observamos la parte inferior de la composición, donde se representa la Sagrada Familia rodeada por los pastores, hombres y mujeres que han acudido a adorar al Niño situado en el centro del grupo. San José ilumina al Niño con una vela que deja ver la blancura de su piel y la dulzura de su rostro. María contempla con mirada maternal a su Hijo mientras junta las manos en actitud de oración. Los pastores muestran diferentes actitudes desde la sorpresa hasta el arrobo y sorprende que a pesar de lo humilde de sus ropajes tienen una elegancia poco común. Sus rostros son muy semejantes y comparten unos rasgos alargados con barbillas puntiagudas y ojos entornados. La gestualidad de sus manos nos revela un homenaje a van Dyck debido a la largura y finura de sus dedos, algo que se manifiesta en todos los personajes del cuadro.
La parte superior de la pintura representa un rompimiento de gloria donde asoma el coro de ángeles, supone una apertura de luz que ayuda a contrarrestar la oscuridad de la parte inferior. La luz y la oscuridad, el cielo y la tierra quedan perfectamente equilibrados. La composición llena de movimiento, los contrastes fuertes de luces y sombras, son una clara referencia a Rubens, cuando creaba composiciones complejas, en las que un fogonazo de luz desvelaba al espectador el tema del cuadro. Baltasar Beschey aplica en los ropajes de los personajes, ricos colores que quedan oscurecidos por la poca iluminación de la escena, aún así se intuyen los rojos, verdes, azules, violetas y amarillos que envuelven a los personajes y quedan perfectamente matizados a partir de la iluminación de la escena.
Bibliografía de esta obra: Catálogo Theotokopoulos.
Bibliografía referente a este autor: Benezit, -Thieme &Becker,- Bernt W., “Die Nietherlander Maler, 17 jh”, 1948; Branden van den, Max Rooses, A.V.Wurzbach.
Museos que poseen obra de este autor: Museo de Amberes, Budapest, Fontenebleau, Hermitage etc.