VIRGEN SEDENTE
CASTILLA, BURGOS? ÚLTIMO TERCIO DEL SIGLO XIII
40. VIRGEN SEDENTE
Escultura en madera dorada y policromada
Medidas: 47 cm.

Burgos se convierte en un centro de gran importancia económica y política en el siglo XIII, el comercio con países fuera de nuestras fronteras como los Países Bajos, el Camino de Santiago y el inicio de la construcción de la nueva catedral, convierten a la ciudad en la cabeza de Castilla, además la permanencia de los reyes en dicha ciudad, le dará un protagonismo especial en el periodo gótico. Para la construcción de la catedral llegan a Burgos maestros constructores y escultores franceses de la vanguardia artística, Francia es la cuna del gótico, la ciudad se convierte en un centro artístico de primer orden, irradiando su arte por todo el reino. Los principales talleres de escultura están en Burgos y León, sus trabajadores son de origen francés o formados en talleres franceses con la vanguardia del momento. Sus esculturas son de una calidad excepcional y muy tempranas. Los tipos románicos todavía se aprecian en las imágenes hasta principio del siglo XIV, son esculturas de transición, los tipos góticos comienzan a finales del siglo XIII y evolucionan en el siglo XIV.
Algunos estudiosos consideran que varias esculturas de excepcional calidad dentro de la producción de los talleres en Burgos, se debían a los escultores que tallaron las esculturas monumentales de las portadas o de los claustros de las catedrales y conventos, influenciados por las de la catedral de Reims de 1.200.
Esta escultura de Virgen sedente, pertenece al último tercio del siglo XIII. Es de una gran calidad, belleza y refinamiento entre las de su época. Representa a María en su trono, de herencia románica, con el Niño sentado sobre su rodilla izquierda. Mantiene todavía la frontalidad y el hieratismo de tradición románica y la falta de comunicación entre la madre y el hijo, características principales del periodo anterior. La diferencia es que el Niño se ha desplazado a su rodilla izquierda. No hay un roce entre la madre y el Niño todavía. Las manos de María sostienen a la derecha una manzana representando la nueva Eva y con la izquierda recoge el manto como si quisiera cubrir al niño. La influencia francesa es muy clara en ella, el rostro ovalado, los ojos almendrados, mejillas y labios sonrosado, cejas finas, sobresaliendo la barbilla, la frente amplia, mas humanizada, sus rasgos son naturales, dulces y sonrientes, la toca es corta y deja ver el cabello. El manto bordea los hombros a derecha e izquierda, se ajusta a la pierna derecha creando un plegado curvilíneo rítmico que sube en diagonal hasta la rodilla izquierda, donde lo recoge la mano de María.
La túnica es de talle muy bajo, oculto bajo el manto, se cierra en un cuello redondo ajustado y se deja ver en un excepcional y magnífico plegado, por el que asoman sus zapatos en punta característicos de la escultura románica y gótica.
El Niño, a diferencia del centralismo románico, se ha desplazado hacia la pierna izquierda de su madre pero manteniendo la frontalidad románica, con su mano derecha bendice y con la izquierda sostiene la esfera con la cruz. Las piernas y los pies son paralelos y sobresalen a la pierna izquierda de María. Lleva una túnica holgada con escote redondo y cuello ajustado.
La indumentaria de la Madre y el Hijo corresponde a la moda del último tercio del siglo XIII.
Hay un grupo de esculturas burgalesas en este periodo de final del siglo XIII de transición avanzada al gótico, comparables con nuestra Virgen por su calidad y que se distinguen por su belleza formal, excepcional en la época, y características comunes: Virgen de la ermita de la Vera Cruz, la Virgen de Santo Domingo de Silos (de pié), La Virgen y la preciosa Anunciación de Gamonal, Virgen de la Iglesia de San Lorenzo, la Virgen de Las Huelgas, La de Castrillo de la Haya, iglesia de Santa Eulalia, Monasterio de Santa María la Real, todas de influencia francesa y posiblemente talladas por escultores de tallas monumentales que llegaron a Burgos para la construcción de la nueva catedral.
La devoción por la Virgen fue lo que motivó que se hicieran muchísimas réplicas de los modelos más antiguos y de mayor calidad. Los centros urbanos de menor poderío económico, iglesias, ermitas y conventos, solicitaban imágenes que siguiesen modelos conocidos, a los artistas locales menos dotados. Hay réplicas populares que copian, con menor calidad, mayor rigidez, con proporciones incorrectas, modelos que se realizaron varios siglos antes. Algunas tallas que aparentan ser de los siglos XII,XIII o XIV, son en realidad ejecuciones de artistas modestos y con escasa técnica escultórica, de los siglos XV y XVI.
Las Vírgenes sedentes de gran calidad son escasas, son encargos importantes de la realeza, nobleza y alto clero. Estas obras de singular calidad son el trabajo de la vanguardia de los escultores. Estos super dotados, artística y conceptualmente, configuran los cambios que se van plasmando en estas realizaciones de María y Jesús en el transcurrir del tiempo. En esta época como en casi todos los periodos, las reacciones del poder material e intelectual con el arte son determinantes. La capacidad económica y el nivel conceptual de los comitentes, producirá una gran influencia, al ser los artistas más afamados, los más requeridos y los que tendrán costes más elevados. Los escultores franceses de las grandes portadas son los configuradores de ese espíritu de transición al gótico más naturalista. Estos con su singular calidad plástica, tendrán crucial influencia en toda la ruta del Camino de Santiago. Algunos trabajando en España, contribuirán a la formación de los mejores artistas locales.
La devoción a María en España pervivirá durante siglos. La gran devoción popular hará adaptar estas esculturas a los nuevos retablos más modernos. Por ello serán repolicromadas en los siglos XV y XVI, con el oro transportado de América. Esto las dotará de una calidad refulgente por la calidad del oro y será una característica diferencial, con lo realizado en el resto de Europa.
Bibliografía de referencia: Mª Josefa Martínez Martínez; Tésis Doctoral “Imaginería gótica burgalesa, siglos XIII y XIV al sur del Camino de Santiago“. C. Fernández Ladreda, ”Imaginería Medieval Mariana”, (Pamplona 1998)